El Sol es una fuente inagotable de energía. La energía solar que llega a la superficie de la Tierra anualmente podría cubrir alrededor de 15.000 veces la demanda energética mundial de la humanidad. En nuestra zona se alcanzan aproximadamente 1.000 W/m2.

Los denominados módulos solares se utilizan para convertir la luz solar en corriente eléctrica. Están compuestos de células de silicio u otros semiconductores, que generan tensión eléctrica cuando incide la luz.

Las instalaciones solares se suelen conectar generalmente a la red de suministro eléctrico. La corriente solar se vierte en la red, aunque con las nuevas reglamentaciones, se está potenciando la producción para consumo propio y el excedente de corriente se exporta a la red.

En regiones sin conexión de red, los sistemas fotovoltaicos almacenan la energía solar para temporadas con menos Sol.